En 1969 La fachada del antiguo amnicomio de la castañeda fue rescatada por Arturo Quintana Arrioja (1920-1986), fundador de la empresa AQ Industrial, quien compró la fachada del manicomio y la trasladó piedra por piedra a un terreno de su propiedad en Amecameca, Edo. de México.
Alberto Carvajal cuenta que cuando las máquinas entraron a derribar los 21 edificios que componían el manicomio, Quintana se acercó al responsable de la demolición para preguntar si le podían vender la balaustrada de la entrada. Ante la respuesta afirmativa del intendente, Quintana contrató al arquitecto Emmanuel Lugo para trasladar las rocas. Lugo relató a Carvajal que él mismo se encargó de numerar las piedras, una a una, para que el traspaso de la obra fuera idéntico.
Después de la muerte de Quintana, su viuda donó el edificio a los Legionarios de Cristo.
Después pasó a ser propiedad del Centro Vita S.C., del que forma parte el Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial (CIDEM), administrado por religiosos de la congregación Legionarios de Cristo.
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